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Yo he venido aquí a equivocarme

“Estamos a un fracaso del éxito”

Los programadores somos gente especial. Al menos eso creo que es lo que nos decimos a nosotros mismos. Demasiados conceptos abstractos rondan nuestra cabeza. Demasiados aprendizajes, demasiados patrones, demasiados cabezazos contra el ordenador. Y, para mí, lo peor de todo esto es que tenemos que disimular ante nuestros jefes que somos gente con la cabeza bien amueblada, que sabe lo que hace.

  • ¿Ese producto que quieres hacer? No te preocupes, dominamos todos los frameworks actuales y podemos hacerlo con una metodología ágil perfecta para que todo salga según tus necesidades. Haremos un producto mínimo viable con solo las características que te hagan falta, con un despliegue continúo y una integración continúa para que tengas todos los avances que vayas haciendo al día.

¿Que os parece la conversación? ¿Habéis mentido así alguna vez? Ah no, vosotros sois de los que domináis y sabéis gestionar el proyecto perfecto. A mí me gustaría responder de otra manera.

  • ¿Ese producto que quieres hacer? Sí, es posible. Pero va a cambiar mucho a lo largo del tiempo. Hemos venido aquí a equivocarnos. Vamos a poner todos nuestros medios para equivocarnos cada vez mejor, hasta que adaptemos el producto a las necesidades reales. Intentaremos seguir una metodología ágil y aprenderemos a adaptarnos mutuamente. Muchas veces no será posible y, seguramente, no acertaremos con las métricas a la primera; pero pondremos todo nuestro compromiso en crear esa conexión que dará al producto la calidad que busca.

Sé que no tengo mucho futuro como manager; pero tengo que reconocer que cuando me siento en mi silla de trabajo muchas veces pienso que voy allí a equivocarme. Y eso me saca una sonrisa. Porque si no fuera así, estaría en el sitio equivocado. Al fin y al cabo, hemos hablado muchas veces de que somos eternos aprendices y que si a tu nuevo proyecto no has sido capaz de ponerle un nuevo ingrediente con el cual te vas a equivocar, quizás es que has perdido la ilusión y necesitas nuevas metas.

Os imagináis en la entrevista de trabajo de esa empresa que tanto te gusta. Allí sentado donde el manager te pregunta:

  • ¿Por qué quieres venir a nuestra empresa? ¿qué es lo que te atrae?
  • Yo quiero venir a vuestra empresa a equivocarme.

Siempre he pensado que lo más importante de un programador es su mentalidad. Y yo no soy entrevistador, pero seguramente yo contrararía a ese chico. Estar dispuesto a equivocarse es estar dispuesto a aprender. Estar dispuesto a equivocarse es estar dispuesto a encontrar la solución más correcta. Estar dispuesto a equivocarse, en definitiva, también es una mentalidad ganadora.

Si os fijáis un día en vuestra oficina del trabajo seguro que hay un montón de compañeros vuestros equivocándose en este preciso momento, buscando la solución al problema de sus proyectos. Y no solo se equivocan a cada minuto, sino que también los puedes escuchar hablar de ello en el café, en los pasillos o en sus conversaciones internas mirando las pantallas de sus ordenadores. Equivocarse viene en el adn de la programación y si te equivocas junto a los mejores, cada vez te equivocaras mejor y tus errores irán subiendo de nivel. Un desarrollador nunca deja de equivocarse; pero conforme se va teniendo experiencia los errores aumentan en dificultad ya que con más experiencia y más conocimientos somos capaces de ver allá de lo que veíamos al principio.

Por tanto que no te dé miedo. Propón. Propón esos cambios que están en tu cabeza. Y en tu próxima reunión, en tu próxima entrevista o en tu próxima retrospectiva de equipo reconócelo: tú estás allí para equivocarte.